La economía viguesa ve un 2023 muy incierto y sin recuperación

2023-01-12 14:49:22 By : Ms. Nancy Wang

Los principales sectores económicos de Vigo coinciden en señalar que 2023 se presenta como un año muy incierto por la inestabilidad que hay a nivel internacional, en un contexto marcado por la inflación, los efectos de la pandemia y la sombra de la recesión acechando a la zona euro y EE UU. 

Construcción, automoción, industria metalúrgica y naval apuntan a que habrá alta carga de trabajo, pero ensombrecida por la escasez de trabajadores cualificado y la factura que arrastran del sobrecoste energético y de materias primas del último año. Ninguno habla de recuperación económica en 2023, algo que se esperaba para 2021 y 2022.

 “Este año es posiblemente uno de los más complejos de cara a hacer previsiones porque existen muchas incertidumbres derivadas de la evolución de la guerra en Eurropa y de los precios de la energía. Hay cierta preocupación por el comportamiento de la economía y se prevé una ralentización del crecimiento”, indica Enrique Mallón, secretario general de la Asociación de la Industria Metalúrgica de Galicia. La patronal del metal, uno de los mejores termómetros de la economía gallega representando un 20% del PIB, advierte del impacto que podría suponer “una posible recesión de países europeos o de EEUU porque nuestra industria es netamente exportadora”. Por otra parte, prevé que las empresas se enfrenten “a condiciones más duras en el acceso al crédito por la subida de intereses, de ahí que nuestras previsiones sean menos alentadoras”. “Aunque contamos con que la industria del metal siga creciendo, sí creemos que habrá una desaceleración de ese crecimiento que probablemente se quede en torno al 1,5%, lo que impactará sobre todo en las pequeñas empresas que son más vulnerables".

Asime apunta a finalizar 2022 con un aumento de la facturación de un 4% y cifras sostenidas de empleo “que si no crecen más es por la falta de profesionales cualificados más que por la contratación del sector, que es muy elevada”.

La Asociación de Constructores de Pontevedra (ACP) anticipa un 2023 “con carta de trabajo alta pero una gran incertidumbre por la evolución de los precios de mercado de las materias primas”. “Trabajo hay pero más del que el tejido empresarial pueda abarcar”, explica su presidente Miguel Caruncho acerca de la “brutal escalada de precios del último año que esperemos que se estabilice y se pueda retomar la senda de la rentabilidad”. La patronal provincial del sector de la construcción también alude a la falta de trabajadores y a la escasez de suministro de algunas materias primas que retrasa las obras. “La situación se estabilizó, pero todavía hay ciertos problemas. Esperemos que podamos alcanzar los niveles de la prepandemia, las bases se dieron en 2021 pero los precios nos cercenaron el objetivo en 2022”.

La Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI) también apunta a “una incertidumbre a nivel global con tensiones geopolíticas, la inflación y los tipos de interés que no ayudan a la hora de hacer previsiones”. “Atravesamos una época turbulenta pero el principal motivo de esperanza es la capacidad de resistencia de nuestro sector que si va unido será capaz de revertir esta delicada situación”, indica su presidente Javier Touza. 

Con respecto a las posibilidades de capturas de pesca para el próximo año, Touza celebra la mejora de un 25% en relación al año anterior y muestra su confianza en que “con informes científicos actualizados podamos revertir la desproporcionada medida del cierre de 87 áreas en el Atlántico”.

Desde la Asociación de Inmobiliarias de Vigo (Asemi), su presidente Benito Iglesias apunta a un ejercicio en el que mercado de la vivienda local irá en doble sentido. Por un parte, la compraventa se estabilizará y los precios se mantendrán y, por otra parte, el alquiler seguirá subiendo debido a la falta de stock. “Es muy difícil hacer previsiones, este es el escenario que manejamos para el primer cuatrimestre. En todo caso, la situación en Vigo debería mejorar en la segunda mitad del año con la aprobación definitiva del PGOM que esperemos que llegue”.

El sector del comercio ve “con cierta preocupación y mucha incertidumbre el próximo año”. “La situación en general no es buena porque la inflación afecta muchísimo al consumo que se retrae y los negocios asumen cada vez mayores gastos”, explica Roberto Giráldez, presidente de Vigo Comercio. “Es cierto que los costes energéticos bajaron considerablemente en los dos últimos meses pero la situación fue muy dura con unas subidas que llegaban a triplicar las facturas. Sinceramente no sabemos cómo va evolucionar la situación económica”.

El naval, por su parte, avanza nuevas contrataciones de barcos en los astilleros el próximo año “y un esperanzador arranque de año que permitiría oxígeno para los dos próximos años".  “Esperamos mantener la cartera de 12 nuevos contratos que previsiblemente se verán incrementados en varias unidades más en los primeros meses”, argumenta Óscar Gómez, gerente del Clúster del Naval Gallego (Aclunaga), que sostiene que será un ejercicio “difícil dada la grave crisis que nos está golpeando y las dificultades socioeconómicas del entorno actual, pero se mantendrán puestos de trabajo y se relanzará el sector”. El clúster valora que el mayor valor económico de algunos de los barcos que se están construyendo en Vigo “repercuta de manera positiva en la industria auxiliar de Galicia” y ve con mucha esperanza el inminente inicio de los trabajos de las fragatas en Navantia Ferrol.

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